Hoy tuve un día bastante duro.
Primero tuve que madrugar para conseguir mi ansiado BSN number, que lo explicaré brevemente, es un número de registro que te hace falta para todo: trabajar, abrir una cuenta bancaria, incluso a veces para alquilar un piso. Para conseguirlo tienes que registrarte en una dirección, por ello si alguno está pensando mudarse a Ámsterdam, para trabajar es de vital importancia que alquile un piso donde te puedas registrar, si no no podrás obtener este numero. Pero sigo sin tener mi contrato, ya que el compañero de piso que se ocupa de estas cosas ahora mismo está en la India tras dos años viviendo aquí sin ver a su familia. Así que como había pedido cita fui de todas formas. Pensé que al no tener el contrato conmigo no me iban a dar el BSN number permanente pero sí uno temporal que me permita empezar a trabajar. Pues resulta que para pedir el BSN temporal hay que ir a otro sitio y según la persona que me atendió la lista de espera es de un mes. Así que me quedé sin él, tendré que esperar a mi contrato.
Por otra parte, hoy fui a conocer a los padres de los niños que voy a dar clases de español y fue una gran experiencia pero a la vez una desilusión muy grande. Después de hora y media de trayecto llegue a un lugar con pequeños chalets rodeados de canales, que se supone que es una zona de vacaciones para los holandeses. Pues cuando llegué allí me encontré con personas maravillosas, muy amables y con un gran nivel de español.
Él es jugador de baloncesto y ella es dentista, así que supuse que me ofrecerían un buen sueldo, pero mi gozo en un pozo cuando me dijeron que me iban a pagar 10 euros la hora, "como a la nanny", vale que no tengo experiencia enseñando, pero creo que puedo aportar algo más que una nanny, lo único positivo es que creo que quieren que me quede toda la tarde en lugar de estar solo una hora. Después me preguntaron si quería acompañarlos a recoger a la niña mayor al colegio para conocerla -son una niña de 5 años y un niño de 3 que son una auténtica ricura-, y que después de dejarla en clase de canto me podían acercar a la estación de metro. Así que accedí, en realidad tenía muchas ganas de conocer a la niña ya que me habían dicho que le encantaba España y el español. Estuvimos esperando en la puerta y vi una escena bastante extraña, los niños salen con la profesora y tienen que darle la mano y pedirle permiso para ir con los padres que les están esperando justo en frente de ellos.
La niña efectivamente se puso muy contenta cuando le dijeron que iba a poder aprender español conmigo, y la acompañamos a su clase de canto -era su primer día así que la madre quería conocer a la profesora. Y una vez dentro pasó, otra vez, lo inesperado, de repente vino la madre con una silla y me pidió que me sentase con ellos para ver la clase de la niña. A todo esto, eran las 14:00 horas y yo aún no había comido. La clase duró 30 minutos y después finalmente me llevaron a la parada de bus, en lugar de la estación de metro, además se me cayó la tarjeta de transporte en su coche, pero no me di cuenta hasta el momento de pagar en el autobús, así que tuve que pagar en efectivo -que por cierto, ya solo llegar hasta ahí me costó 10 euros, aunque me dijeron que ellos me pagarían el transporte. Hora y media más tarde por fin estaba en mi casa, así que me puse a hacer la comida, y a las 17:00 horas por fin pude llevar algo a mi estómago.
En fin, de todo en esta vida se aprende.
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